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UNA COLECTA DE CENTAVOS SEMANAL PARA LA PROPAGACIÓN DE LA FE

Pauline está convencida de que debemos orar con regularidad por las misiones y los misioneros. En 1817 organiza las primeras colectas a favor de las misiones, sin olvidar la dimensión de la oración. En la primavera de 1818, a la edad de 19 años, lanzó el centavo semanal para la Propagación de la Fe a 200 jóvenes trabajadores y, en 1819, se estableció el plan para la colecta de la Propagación de la Fe. El 3 de mayo de 1822 se fundó la Asociación para la Propagación de la Fe y Pauline encontró cientos de asociados y funcionarios para recibir las colectas.

Todo se vertió en un centro común. En todos los niveles se vinculó la oración diaria y la dedicación semanal a las misiones. En el otoño de 1819, un gran movimiento misionero, fundado en una sólida espiritualidad, pronto cruzó las fronteras de Francia, sin embargo, el gran desarrollo se produjo después de la fundación oficial de 1822, multiplicando los centavos, mano a mano. Muchas personas se unen a este movimiento, oran por los misioneros, el éxito de sus misiones y participan en la recaudación de recursos económicos para apoyar las actividades misioneras.

Organizadas en asociación por Pauline, bajo el nombre de Reparadoras del Sagrado Corazón de Jesús, sus amigas trabajadoras se implicaron en la misión, estimulando así a los cristianos a ser misioneros de diversas formas, articulando oraciones y ofrendas por las misiones.

En Inglaterra, se trataba de invitar a todas las clases sociales, incluso a los pobres, a reservar un centavo cada semana para la causa de la misión. Sociedades, tiendas y casas educativas establecieron baúles donde todos podían contribuir con su centavo a la semana para las Misiones. La organización se hizo eficiente; de hecho, las contribuciones más pequeñas juntas producirían recursos que se convirtieron en medios importantes para difundir el evangelio. Tener la idea de un centavo a la semana no era suficiente; tenía que ponerse en práctica. De hecho, se trata de «pedir a Dios la conversión de los infieles, la perseverancia de los cristianos que viven entre ellos y la prosperidad de los establecimientos destinados a propagar la fe», (David Lathoud de los Agustinos de la Asunción, Marie- Pauline Jaricot, op. Cit., P. 92).

Todas estas ideas se fueron juntando gradualmente en la de la Propagación de la Fe. Animados por el celo por la Propagación de la Fe y responder a la invitación de los directores de la Rue du Bac, expresada en su folleto de 1817, a rezar por las Misiones y ofrecer todos los viernes buenas obras por la conversión de los infieles.

Todos los viernes, después del “Souvenez-vous” y de la “Invocation” de San Francisco Javier, una mujer pasaba con un cuenco en mano, recogiendo un centavo o dos para los niños abandonados de China. La Propagación de la Fe y la Santa Infancia están así vinculadas desde el principio en el corazón de Pauline.

En Saint-Vallier, como en otras ciudades como Nancy, Metz, Le Havre, Rennes o Bitche, los corresponsales de la Rue du Bac proponen, como en Lyon, el centavo por semana además de la implicación en la oración. Cada grupo envía sus cosechas de los viernes a París.

La colecta por decenas, original y definitiva de la Propagación de la Fe, no será concebido hasta 1819. La colecta por decenas es la característica y la base del trabajo de la Propagación de la Fe, que asegura su éxito, garantizando una parte importante de sus ingresos; esto es lo que Pauline llamó la idea o el plan de Propagación de la Fe. La propia Pauline se asombró una tarde de otoño de 1819, cuando estaba sentada junto al fuego, fríamente, por la sencillez de su idea del centavo a la semana, decenas, centenas y divisiones. De repente tiene la intuición del plan final de la Propagación de la Fe.

Pauline es la verdadera fundadora de la obra, tal como lo expresó en su diario: “Yo di a luz a esta Obra dando a conocer y ejecutando dicho plan, y haciendo que el Superior de Misiones Extranjeras remitiera los primeros fondos de esta Obra naciente … He sufrido, Señores; y este privilegio no puede ser disputado conmigo en pie de igualdad por ninguno de los que han administrado esta obra desde 1822, excepto por aquellos que han sido injustamente excluidos del Concilio … Señores, en mi título de fundadora, puedo, sin exageración, añadir el de enfermera del trabajo; pues durante tres años mantuve la pasión de mis asociados, comunicándoles las cartas de mi hermano … Estas cartas eran como los primeros Anales de la Propagación de la Fe», (David Lathoud de los Augustins de l’Assomption, Marie-Pauline Jaricot, op. Cit., P. 97-98). 

Fue Pauline Jaricot quien inventó y puso en marcha la colecta por decenas. Invitando a cada una de las personas reunidas a dar un centavo a la semana y a orar por las Misiones, luego se pidió a cada una de buscar a su alrededor diez personas (más o menos diez) que también darían un centavo cada semana, y así paso a paso, persona tras persona, tanto como se puede. ¿Será la Propagación de la Fe en primer lugar una iniciativa privada de Pauline Jaricot ayudada por sus Reparadoras? Es difícil responder a la pregunta. Lo cierto es que parecía importante, no crear varias asociaciones particulares, una para apoyar por ejemplo a las Misiones Extranjeras y otra para apoyar las Misiones en Luisiana o los misioneros de Sulpice of America, sino erigir una sola, para todos los católicos, para las misiones del mundo entero.

Hacia 1821, la Obra contaba con unos 2.000 miembros, y en diciembre de 1822 la cantidad total recaudada desde el inicio fue de 8.050,30 F. Se eligió patrón a San Francisco Javier.

Texto adaptado de: https://www.ppoomm.va/es/notizie-eventi/notizie/meditaciones-pauline-jaricot-2021/1-de-octubre.html

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