Fue en 1826 que Pauline Marie Jaricot creó el Rosario Viviente. Ésta y la Propagación de la Fe son las dos obras principales de Pauline. Cuando lanza el Rosario Viviente, sigue el modelo de la Propagación de la Fe fundada unos años antes. Esta renovación de la práctica del Rosario es ante todo una obra de evangelización. Para Pauline, el Rosario Viviente «es para la gente común de los fieles y como se les llama en mi país: cristianos con granos grandes, para llevarlos a María con lazos de rosas» (Pauline Jaricot, Le Rosaire vivant. Cette harpe vraiment divine, París, Lethielleux, 2011, p. 19).
Quiere implementar una práctica que esté al alcance de todos, una especie de “breviario de los pobres” como a veces se llama por el Rosario Viviente, con tres objetivos: hacer rezar a quienes tienen dificultad para rezar; luchar mediante la oración contra los males que afligen a la sociedad; y establecer hogares de comunión misionera.
Debemos orar, por supuesto, pero orar juntos para guiar a otros en la oración y la renovación de la vida. «Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, yo estoy en medio de ellos» (Mt 18,20) El Rosario viviente es alimento sólido a través de la meditación de los misterios de Cristo, los misterios de la salvación. A través de la práctica del Rosario, explica Pauline, «mi espíritu se ha desprendido más especialmente de todo razonamiento de la sabiduría de los hombres, de modo que ya no espero más la salvación del universo excepto en los misterios de la vida y de la muerte, de un Dios que se hizo hombre y víctima por caridad. En virtud del Santo Rosario, mi corazón se atrevió a unir su voz a la de un Dios Salvador cuyas lágrimas, pobreza y sufrimiento nunca dejaron de resonar las peticiones del Padre» (Pauline Jaricot, Le Rosaire vivant, op. cit, p. 19-20).
A través del Rosario Viviente, Pauline aparece como una misionera laica con importantes habilidades organizativas, ansiosa por utilizar una buena pedagogía de la Fe. Revela su rostro de dueña de la vida espiritual que comparte los frutos de su contemplación, de su meditación sobre los misterios del Rosario, de la obra de la Salvación. El Rosario aparece como un resumen del Evangelio. El objetivo es multiplicar los grupos del Rosario Viviente, despertar la fe como en tiempos de Santo Domingo y realizar obras de salvación. Por tanto, es importante conocer el Rosario viviente y comprender el vínculo que establece entre oración y misión, por un lado, y entre meditación sobre el Evangelio y comunión eclesial, por otro.
Texto adaptado de: https://www.ppoomm.va/es/notizie-eventi/notizie/meditaciones-pauline-jaricot-2021/8-de-octubre.html